Cuando
llegó a mis manos ya tenía una reseña sobre lo que leería, sin embargo, fue poco
lo que me describieron a diferencia de lo que pude encontrar entre sus páginas,
mi acercamiento con Kafka fue a través de “Carta al padre” y sus letras no me
fueron conocidas en esta lectura, la disfruté de inicio a fin, incluso cuando desperté
a la mañana siguiente de haberla terminado sentía una manzana incrustada en mi
espalda, fue tan fuerte la escena que creo me dejó con una sensación de
vivirla. Aunque he leído poco de este praguense, se que aún queda mucho por
descubrir.
Nota al pie: No tener insecticida a la mano
No hay comentarios:
Publicar un comentario